Elqui en bicicleta Parte I

viernes, 20 de marzo de 2009




Este es el primer gran viaje, donde se ve involucrado este noble medio de transporte. Dos esperpentos humanos, acostumbrados a la comodidad de los transportes urbanos, deciden avanzar hasta la cuarta región y recorrer la zona del valle del elqui en bicicletas (en la medida de lo posible)
El titulo suena desafiante. La verdad es que la mayor parte del camino las bicicletas fueron convenientemente desarmadas en el portamaletas de los buses, pero aún así, la experiencia mixta de subir el valle en bus y bajarlo en bicicleta resultó impecable.
Como teníamos algunos días, nos instalamos en Vicuña el primer día. Pero la verdadera diversión comenzó cuando subimos hasta Pisco Elqui.
Pisco Elqui tiene un nombre etílico, pero no siempre se llamó así. Antiguamente le llamaban La Greda, ya que se encuentra ubicado en una quebrada muy gredosa, lo que no guarda lugar a dudas al simple ojo humano, en comparación con el resto del valle. En este hermoso lugar los indígenas con los españoles iban a buscar barro para hacer vasijas y almacenar los destilados pero la verdad es que aunque trabajaban juntos se tenían bastante bronca. Eso hasta que en 1873 comenzaron a enfermarse de viruela y era tal la desesperación que se ayudaban entre todos. Fruto de ese acto de humanidad comenzaron a llamar el lugar como La Unión.
Después que se murió la mitad del pueblo y pasaron algunas generaciones, volvieron a tenerse bronca hasta que en 1936 Gabriel Gonzalez Videla, en ese entonces senador de La Serena le puso Pisco Elqui y listo.
No es un pueblo muy grande, pero la iglesia Nuestra señora del rosario atrajo toda mi atención. Al parecer lleva unos 90 años ahí y la plaza de armas del pueblo, se encuentra dentro de su antejardín.


Estaba cerrada pero igual desde el exterior aprecié su belleza.


Estos niños, forman parte de la fuente de agua ubicada en el centro de la plaza. Se ven tristes pero por lo menos alcanzaron a pescarse un racimo de uvas.
En el costado izquierdo de la foto, se aprecia una rana con su boca abierta. En epocas de mayor esplendor seguramente lanzaba agua.

En sus bancas, descansaban agónicos algunos turistas europeos. En la esquina hay una destilería del Pisco Mistral la que no me pareció digna de visitar porque había que pagar, pero debe ser muy bonita.
Las calles del pueblo se desplazan como una onda. Siempre suben y bajan, suben y bajan hasta que de pronto empiezan a bajar con gran furia. Es una lástima que a la hora de bajar nos tocara viento en contra, pero de todos modos fueron tramos agradables de recorrer. El entorno solo habla de uva y sol. Uva, sol y greda.

En fín, desde Pisco Elqui hasta vicuña hay unos 35 Kms y queríamos llegar en un tiempo prudente así es que comenzamos el descenso



Me voy pero vea mañana la parte II, saludos a todos!





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